La consigna - 14º entrada

 20 hs

¿Qué pensará de mí el profesor? La primera consigna y no puedo imaginar ninguna miserable historia. 

Perdí una clase de yoga, la de bonsái, la psiquiatra no iba a atender y desaproveché esa hora y media. La mitad de mis compañeros ya entregaron sus escritos por lo que veo en el mail. Y yo en cama, con fiebre y temblores y sin una puta idea. 

Maldita idea. Maldita consigna. Puta queda desproporcionado para una mujer educada, diría mi madre. 

Todavía no pude confesarle a Fabián que no me salió escribir nada de la consigna. No quiero defraudarlo ni que piense que soy una pobre idiota fracasada que se cree muy educadita en colegios privados bilingües pero que no puede crear tres amoríos, aunque sean pasajeros. 

Mis compañeros deben estar mirando sus correos a ver cuándo aparece mi texto. Seguro algunos se están sonriendo con malicia, como hace Clarita, diciéndose que ésta (o sea, yo) no sirve para nada, que no voy a ser competencia. 

De a ratos se me ocurre que el profesor lo hizo a propósito para que algunos se vayan bajando, un filtro, eso es lo que significa esta consigna. Lo que no saben todos ellos es que yo estoy acostumbrada a superarme. Ahora mismo me dedico a escribir sobre tres amores simples, un perro, un gato y un canario. El resto de los dieciséis van a ser animales del zoológico. El protagonista, un cuidador. Una historia sencilla es lo mejor. Porque lo importante no es el argumento sino que esté bien contado. 

Escucho que Fabián habla por teléfono, creo que con mamá. Menos mal que no me pasa con ella. ¿Qué diría de mí si se entera que no pude redactar ni media carilla con todo lo que invirtió en mi formación?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Camino por autopistas

La consigna - 2º entrada

Espanto