Sobreactuaciones
Silvina solía sobreactuar cada vez que las posibilidades de ascender en su puesto de trabajo se veían perdidas gracias a las contramarchas de la economía.
Mario solo podía sentir conmiseración por ella. Al principio. Años atrás. El paso del tiempo y sus propios avances -alcanzados a pesar de la economía- lo hacían sentirse hastiado de los sempiternos lamentos de la mujer. Era una tortura cuya expresión se mantenía difusa y simplemente terminó por volverse indiferente frente a la autocompasión (de ella).
Hasta que cierto día Silvina recuperó la marcha de su destino y con ella su entereza. Con mucha cautela y más agilidad, recobró para sí las posibilidades que había perdido en manos de Mario. Solo esperó a que la indiferencia de él fuera tanta que no pudiera discernir el amargo sabor del veneno en su café.
Este cuento nació de un juego, una asociación libre de palabras:
Albedrío: voluntad, destino, futuro, discernimiento
Sentimiento: entereza, gallardía, superioridad, cautela,
arrobamiento, hastío, compasión, odio, conmiseración, sobreactuación
Avance: detención, retroceso, quietud, rapidez, marcha, camino
Posibilidades: actuales, perdidas, recuperadas, anuladas, retiradas
¿Qué relato escribirías con estas cuatro palabras?
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