Camino de autopistas II - Muchos años después
7.30 hs. Lunes lluvioso. Me tiene que contestar a más tardar al mediodía. Si no voy a tener que llamarlo yo. También puedo subir al tercero y acercarme hasta su oficina una vez llegue al laboratorio. Pero tengo que estar ahí antes que los otros. No. Igual me van a detener. O me voy a perder. Lo más probable. Tendría que probar, de cualquier forma. Si mis ratones pueden, ¿por qué no yo? ¿Qué tienen ellos que yo no tenga? No hay manera. Dos pistas más sobre la autopista y el embotellamiento continúa. Necesito tomar la de arriba si pretendo llegar antes de la hora de entrada. Jacinto lo hace siempre y le da resultado. Eso me asegura, al menos. Pongo el giro. Pero van a sesenta kilómetros por hora y parecen chupados al de adelante. No giran sus cabezas para ver mis movimientos. Hago el amague a pesar de todo. Me corro un poco a la derecha. Nadie se dio cuenta todavía. Por supuesto. Hoy la lluvia. Sin embargo, hace veinte años que no me ven. Pero hoy salí temprano y merezco llegar tempran...